Ensayo Humberto Maturana

Humberto Maturana en programa, “La Belleza de Pensar”

En su visita al programa, “La Belleza de Pensar”, Humberto Maturana, comenta que el mundo en el cual nos desenvolvemos es de certidumbre, la cual nos impide reflexionar. El hecho de creer que todo lo sabemos y conocemos, nos limita, llevándonos a encerrarnos en una burbuja y dejar fuera la posibilidad de preguntarnos el porqué de los porqué, en otras palabras “como se yo que lo digo que sé, es cierto”.

El hombre desde que ha comenzado a vivir alejado de lo que es desde la perspectiva de la naturaleza, ha vivido necesitando de la certeza, cuando lo más importante es la confianza, pero no reparamos en que constantemente nos movemos más por confianza que por certeza. Por ejemplo cuando tomamos una micro para llegar a nuestro lugar de trabajo, estudio, etc., no tenemos la certeza de la experticia del conductor en el manejo de un vehículo, ni tampoco si ha descansado lo suficiente como para desempeñar su trabajo, sin embargo nos embarcamos junto a él, confiados de llegar en óptimas condiciones a nuestro destino.

Maturana relata que la pérdida de confianza que nos lleva a querer el control y con ello crear un clima de sometimiento y dominación, tienen su origen en una cultura patriarcal, que no es propia de la que se encontraba originalmente en los inicios, la se caracterizaba por la cooperación en la biología del amor, que es la operacionalidad de moverse en el respeto. Nuestra sociedad vive momentos dramáticos en los que autoridades pretenden controlar hasta las decisiones personales y familiares, más íntimas, como la reproducción, pasando a llevar el querer ser y hacer del otro, se apropian de la forma de vida, restringiendo el acceso a pastillas anticonceptivas, preservativos, etc.

Los niños de hoy crecen en un desajuste emocional, proporcionado por la inestabilidad que le otorga la disyuntiva entre lo matriarcal y patriarcal. Por una parte existe un apego natural a regocijarnos en el seno materno, que nos proporciona calidez, ternura, bienestar y por otro la rigidez, autoridad, competitividad, puesta de manifiesto en los sistemas escolares altamente excluyentes, que buscan incansables la clasificación del estudiantado mediante exámenes, tanto para ingresar como para mantenerse en el régimen del establecimiento. Eso es una consecuencia de la desconfianza que poseen las instituciones respecto a que no serán capaces de apoyar y favorecer a los estudiantes en crecimiento de un aprendizaje significativo, que les permita a ellos, como establecimiento educacional, liderar en ranking del SIMCE o PSU y frente a esto, prefieren el camino fácil de la certeza que les aporta las calificaciones altas de otros dicentes.

El lenguaje, pilar de lo humano y fundamental para la convivencia, es poco cultivado en nuestra sociedad, desde la perspectiva de la comunicación, lo que desmerece crear espacios socialmente aceptables, porque al creer que conozco al otro, me cierro a la posibilidad de amarlo y amarme a mí, pensando en amor como aceptación de las conductas y respeto por los errores y diferencias que poseo con el otro. En vez de esto nos empeñamos en falsear identidades tanto a nivel personal, como también lo hacen las autoridades a nivel nacional e internacional, donde plantear que vivimos en un país con una economía estable, en crecimiento y no reflexionamos en las carencias que existen en ese Chile que no vemos, que no vivimos, pero que existe y sobrevive.

Como dice Maturana, “Prefiero no conocer, sino amar”, nos llevaría a vivir y que los niños crecieran y se desarrollaran en una sociedad sin agresión, para que con ello se expandiese la felicidad real, no la centrada en lo superfluo, sino en lo natural que nos invita a la cooperación.

Finalmente un concepto muy importante Autopollesis, que explica que la vida está desde los inicios moleculares del ser humano y que tienen relación con la autonomía, aquella autonomía que hoy es necesaria en el nuevo concepto de educación que se necesita. Cambiar el paradigma arrastrado de la época medieval, de la repetición y posteriormente la disciplina manipuladora de conciencias concebida desde la época moderna, con la Revolución Industrial, cuando la educación se hizo masiva, hoy lo importante es seleccionar la información que nos proporcionan de manera masiva las diferentes vías comunicacionales tecnologizadas, para reflexionar, investigar y promover una cultura de amor y paz, que lleven a humanizar nuestra sociedad, para que realmente vivamos y no sobrevivamos.